El Bronx renace
Una zona que ha sabido mediar entre un pasado con historia de gran importancia y un presente veloz.
Por Margarita Díaz Casas – Directora Fundación Gilberto Alzate Avendaño
Lo que se conoció años atrás como El Bronx, en Los Mártires, una de las localidades con mayor tradición y pujanza del centro de Bogotá, se está transformando en un Distrito Creativo. La Milla, La Flauta, La Facultad y la ya desaparecida ‘L’, aquel espacio intervenido de 9.000 metros cuadrados, continúan hoy, cinco años después, la vocación de cambio propia de una zona que ha sabido mediar entre un pasado con historia de gran importancia y un presente exigente y veloz.
En esta localidad, por ejemplo, quedaba la Huerta de Jaime, hoy el parque de Los Mártires, lugar donde varios protagonistas de la independencia entregaron su vida. Luego llegaron los barrios Santa Inés y Voto Nacional, sitio de residencia de familias adineradas y puerta de entrada para migrantes o visitantes. Y hoy, en medio de una pandemia y de conversaciones vitales sobre el futuro del país, es el hábitat de comerciantes aguerridos y gestores y artistas dinámicos e hiperconectados con las sensibilidades del otro.
Los Mártires, junto a Santa Fe y La Candelaria, compone lo que conocemos como el centro de la ciudad. Son el hogar de relatos y personajes que inspiran y el escenario donde 6.400 empresas, 122 equipamientos y tres distritos de la REDD, todos destinados a la cultura, consolidan este espacio como epicentro de las artes, la memoria y la creatividad.
Reconocer a estas personas y a su fuerza de cambio ha llevado a esta administración, bajo el liderazgo de la FUGA y el apoyo de la ERU, a apostarle todo al Bronx Distrito Creativo, un ecosistema para la colaboración, la creación y el emprendimiento. Una apuesta de ciudad por el cuidado de todas sus formas de vida, una acción tangible en pro del fortalecimiento del ecosistema cultural y creativo y un ejercicio de reconocimiento en el que priman la memoria y la inclusión.
En estos días, cuando conmemoramos los cinco años del inicio del proyecto y durante los cuales concretamos el renacimiento de este espacio, es cuando más nos permitimos visualizar el impacto que con el BDC tendremos en las comunidades.
Acogeremos artistas, gestores y emprendedores de la zona, poniendo a su disposición un recinto con todas las condiciones para que la fuerza creadora de su inspiración no encuentre límites. Tendremos estímulos y becas, recursos entregados a través de convocatorias públicas, con el fin de desarrollar saberes e impulsar sus industrias. Continuaremos el diálogo, una constante en este tiempo, con las distintas veedurías, vecinos y exhabitantes de calle como garantía de una iniciativa que incluye, que no se incrusta en el territorio, sino que se construye con la población.
Trabajaremos por mostrar que El Bronx es mucho más que lo poco que se ha contado, que su memoria trasciende hasta los relatos de aquellos que vendiendo partes de carro, piezas en mármol o creando murales impresionantes, le han dado sentido a su vida. Es por esto que se avanza, con el apoyo del Museo Nacional, el IDPC y el Idipron, en el diseño del espacio de memoria La Esquina Redonda, que funcionará en el único edificio que se mantendrá en pie de la antigua ‘L’.
Colaboraremos con organizaciones públicas o privadas con ganas y proyectos que beneficien a la comunidad. Por ello, aquí tendremos al nuevo Centro de Talento Creativo y la nueva sede de la Alcaldía de Los Mártires, dos locaciones que acompañarán una nueva edificación y las próximamente renacidas La Flauta y La Facultad, bienes patrimoniales en cuyos diseños ya trabajan los arquitectos Juan Pablo Ortiz, Daniel Bonilla y Max Ojeda.
El símbolo de una ciudad cuidadora, evidencia de un nuevo contrato social y ambiental para la Bogotá del siglo XXI, es ya una realidad. El Bronx renace y todos estamos llamados a ayudarlo en esta nueva etapa de su vida.
