Varias pautas y consejos para ayudar a leer a tu hijo pequeño desde pautas de aprendizaje eficaces.
Por Mario Arrimada – Artículo originalmente publicado en www.psicologiaymente.com
La habilidad de leer resulta muy útil para favorecer el desarrollo lingüístico y también intelectual de lo niños, ya que la lectura estimula una mejor expresión a nivel oral de los niños, sirve para enriquecer y mejorar su vocabulario y además fomenta su aprendizaje acerca de diversos temas y contenidos desde edades tempranas.
Para saber cómo ayudar a mi hijo a leer hay que tener en cuenta una serie de consejos como estos: aprendizaje previo de las letras, aprendizaje de la mezcla de sonidos mediante la formación de sílabas, lectura de oraciones sencillas y, por último, que sea capaz de dar un significado a la lectura de oraciones y textos con el fin de mejorar su fluidez y comprensión lectora.
En este artículo encontrarás breves consejos que pueden servir de ayuda para saber cómo ayudar a tu hijo a leer, con pautas útiles para apoyar su desarrollo educativo desde casa.
La importancia de saber leer desde la infancia
Saber leer de forma correcta, queriendo decir con esto que podamos leer de forma fluida y comprensiva, enterándose de lo leído, resulta imprescindible porque la lectura es una de las principales herramientas que los seres humanos tenemos disponibles para aprender: comunicarnos con los demás, estar al tanto de las noticias y, entre otras muchas cosas más, también para comprender la mayor parte de nuestro entorno donde podemos encontrarnos con carteles, rótulos, señales, instrucciones.
En definitiva, hay palabras por todas partes que sirven de guía para orientarnos en muchos momentos.
Además, la lectura es una de las bases fundamentales de la educación que recibimos durante una larga etapa de nuestra vida, formándonos académicamente para poder acceder al mundo laboral y también nos permite prepararnos para la vida en general a través de una serie de conocimientos, los cuales nos sirven también de base para desarrollar nuevas habilidades y aprendizajes, ya que el aprendizaje dura toda la vida.
Para todo esto, los libros nos pueden servir de gran ayuda para adquirir nuevos conocimientos, desarrollar un mayor vocabulario que nos permite comprender mejor las cosas y también nos abre las puertas a nuevas historias, mundos y personajes que conocemos a través de todo tipo de novelas y ensayos, siendo unos medios para transmitir determinadas historias mucho más complejo y rico en detalles que el audiovisual; aunque no por ello quiere decir que haya que decantarse por uno u otro, ya que se puede disfrutar de ambos al mismo tiempo y ampliar conocimientos a través de la novela.
or otro lado, es importante que el niño o niña aprenda a ver la lectura como un placer que le ayude a descubrir nuevos mundos y una importante herramienta para aprender todo tipo de cosas interesantes y no como una obligación o una ardua tarea; ya que si el niño no consigue disfrutar de la lectura, difícilmente se despertará en él un interés por aprender, siendo así complicado que desarrolle un hábito de lectura continuado en el tiempo.
Es por ello que se van a explicar a continuación una serie de consejos y pautas a seguir para saber cómo ayudar a tu hijo a aprender a desarrollar su capacidad de lectura de textos.
Cómo ayudar a tu hijo a leer: consejos básicos
Es importante actuar como modelos, ya que los niños aprenden en gran medida a través de la imitación de sus padres y hermanos mayores, por lo que puede ser de gran ayuda que los padres muestren al niño el hábito de leer diariamente con el fin de que imite ese comportamiento. Antes de que el niño sepa leer deben ser los padres quienes lean historias a su hijo cada día.
Para despertar el interés del niño por la lectura puede ser de gran ayuda que empecemos leyéndole todas las noches antes de que se vaya a dormir, ya que esto podría ayudar a que sienta curiosidad por las historias y los cuentos, además de ser un buen inicio para que aprenda la forma de entonar, hacer inflexiones en la voz al leer.
Por otro lado, más allá de esta clase de rutinas, ten en cuenta las pautas que encontrarás a continuación.
1. Enseñarle las letras
Enseñarle las letras del abecedario es un muy buen primer paso. No es necesario que se haga siempre por orden alfabético, aunque sí sería interesante que aprenda al principio las letras vocales para poder empezar a leer sílabas o palabras sencillas en las que aparezcan las vocales junto a las primeras letras consonantes que haya ido aprendiendo, para ir aumentando el nivel de dificultad a medida que va avanzando en el aprendizaje de las letras.
Es importante destacar que para que el niño conozca bien una letra debe ser capaz de dos cosas: primero debe ser capaz de identificarla de manera visual y, en segundo lugar, debe haber memorizado el sonido que está asociado a ella para poder pronunciarla.
Por otro lado, para que el niño memorice cada letra con mayor facilidad a comienzo de su aprendizaje, puede ser muy útil que dibuje en un tamaño considerable cada letra que vaya aprendiendo y luego la coloree y recorte. También se pueden hacer otra serie de ejercicios (p. ej., construir cada letra que aprende con arcilla) que ayuden a reforzar el aprendizaje de cada letra, ya que con una sola exposición o a través de explicaciones no es suficiente para que el niño las memorice. Este paso es muy importante, por lo que requiere no tener prisa y adaptarse a las necesidades del niño.
2. Mezclar los sonidos al juntar dos letras
Lo seguno a hacer es mezclar los sonidos al juntar dos letras que forman una sílaba. Es un paso que va bastante unido con el anterior, ya que cuando haya aprendido a reconocer y pronunciar las letras del abecedario, en seguida debe pasar a la lectura de palabras.
Primero podemos comenzar utilizando palabras sencillas para ir señalando cada una de las letras y pronunciaremos el sonido de cada una. A continuación, deslizamos despacio el dedo desde el comienzo de la palabra y en dirección al final con el fin de ir pronunciando cada una de las sílabas. Por último, debemos pedirle al niño que lo haga él solo sin nuestra ayuda.
Es importante seleccionar palabras sencillas al principio, ya que por el momento lo más importante es que vaya quedándose con los sonidos resultantes de la formación de sílabas.
3. Trabajar con palabras que contengan el mismo lexema
El tercer paso a seguir consiste en hacer ejercicios en los que se le presente al niño una serie de palabras que contengan el mismo lexema (la parte invariable de un palabra), con el fin de que pueda reforzar el conocimiento de familias de palabras y también para que empiece a asociar determinados conjuntos de palabras con un un tema determinado (p. ej., cocina, cocinando, cocinero o música, músico, musical, etc.).
Este ejercicio puede demostrar al niño que al saber leer cada letra y cada sílaba, sería capaz de leer palabras que no conoce ni ha leído nunca.
4. Comenzar a leer oraciones sencillas
El cuarto paso se lleva a cabo una vez comienza a ir dominando las habilidades fonéticas; mediante la formación de diferentes sílabas, deberá comenzar a leer oraciones sencillas con el fin de que vaya desarrollando la comprensión lectora.
Este será un paso crucial donde ya podrá comenzar a leer sus primeros cuentos o, al menos pequeños fragmentos de los mismos, por lo que es importante que sea el niño quien seleccione lo que quiere leer con el fin de que despierte aún más su interés por la lectura.
5. Dar un significado a la lectura de oraciones y textos
El quinto paso a seguir se pondría en marcha una vez sea capaz el niño de leer oraciones sencillas. Aquí ya pasamos a leer oraciones y textos de mayor longitud, con el fin de que el niño comience a sacar un significado de lo que leer, desarrollando así una mayor comprensión lectora. El objetivo de este paso es que el niño sea capaz de sacar una idea clave de lo que está ocurriendo en la historia que está leyendo, siendo importante que sea él quien elija el cuento y que este no sea complejo.
Para que el niño desarrolle una mayor comprensión lectora se le puede ayudar haciéndole preguntas acerca de lo que va leyendo y también animándole a que vuelva a leer aquellas oraciones o fragmentos del texto que no haya entendido.
Una vez dominados todos estos paso, se debe incitar al niño a que desarrolle el hábito de leer diariamente el tiempo suficiente como para mejorar en cuanto a la pronunciación, la fluidez y la comprensión lectora, llegando así a seleccionar lectura de libros cada vez más complejos que le aporten una mayor enriquecimiento.