A sus escasos 12 años mientras sus amigos están entretenidos con los videjuegos, Nicanor fundó una escuela, una historia inspiradora.
Nicanor Quinteros es como cualquier niño de su edad. Vive con su abuela Ramona, va a la escuela, y le gustan la leche y las galletas.
Sería igual al resto si no fuera por una cosa: es director de su propia escuela, la cual fundó para ayudar a los más necesitados a aprender.
Esta iniciativa ya tiene 4 años de existencia.
Creemos que las buenas acciones, por más pequeñas que sean, sirven para hacer de este lugar un mundo mejor.
Por eso hoy queremos compartir esta historia con todos ustedes.
Cuando Nicanor Quinteros cumplió 9 años, le preguntó a su abuela si podía construir una escuela en el patio trasero de su casa. Algunos niños vecinos no podían ir a estudiar porque no tenían cómo pagar el transporte o zapatos para caminar hasta la institución, otros no tenían buenas notas y sus padres les daban duros castigos debido a eso, y muchos hasta vivían en la calle. Apenas su nieto le explicó su idea, la abuela y él se pusieron manos a la obra.
En el patio trasero de su casa en el barrio “Las Piedritas” de Pocito, San Juan, Argentina, Nicanor y su abuela construyeron la escuela “Patria y unidad”.
Usaron lonas y palos para crear las aulas, condicionaron cajas de frutas para que sirvieran de sillas y carpetas, y reciclaron hojas de cuadernos para que los alumnos pudieran escribir y aprender.
Con la ayuda de sus vecinos y demás personas se pudo hacer mucho más. Han pasado 4 años desde entonces, y Nicanor ha podido levantar 2 aulas más, colocar un pizarrón, hacerse de un botiquín de primeros auxilios e instalar una campana que anuncia el inicio y el fin de clases. ¡Hasta tiene su propia oficina de director para trabajar!
Los niños de “Las Piedritas” son constantes en sus estudios y tocan a la puerta del director antes de clases para avisarle que asistirán a estas.
La escuela cuenta con 36 alumnos, y está claro que Nicanor les ha servido de inspiración a la hora de estudiar. “Me ayudó a pasar de grado, ahora voy a tercero”, cuenta una niña.
Sin embargo, los méritos de Nicanor no terminan ahí. Él recorre 4 kilómetros en bicicleta por una hora a diario para ir a su escuela. Solo así, explica, puede enseñarles a los demás niños.
Además, ahorra dinero de su mesada para darles té y galletas a sus alumnos. Su plan es instalar un comedor popular en su escuela, con el fin de ayudar a más personas.
Cuando el gobernador de San Juan fue a conocer a Nicanor dijo: “No podemos creer que tengamos un héroe en Pocito”. Y tiene toda la razón.
Este niño es un referente de la educación para los niños, así que, de parte del equipo de El Vocero, queremos agradecerle y decirle: ¡Felicitaciones!
Historias como la de Nicanor son noticias que todo el mundo debería poder ver. ¿Conoces a alguien en tu ciudad que sea un héroe desconocido, como este gran niño? Cuéntanos en los comentarios, y ayudémoslo a difundir sus buenas acciones.